50 Sombras de Grey. Porno para MOJIGATAS

Sunday, September 30, 2012
La he leído. Diréis, como 50 millones de personas más. Y, sí pero NO. LLevo meses oyendo hablar de la novelita y negándome en redondo a leerla. Me habían dicho que era mala; no quería malgastar dinero, y sobre todo tiempo - el bien más escaso además del trabajo- en algo que intuía era un pastelito con topping de látex y cuero negro. Y eso exactamente es. Pero, visto el fenómeno editorial, y, sobre todo sociológico - dado el particular carácter del argumento- quería escribir sobre las célebres 50 Sombras de Grey. No ha quedado más remedio que leerla.

La obra está encuadrada en el subgénero Porno para mamás. Una de las opiniones más acertadas que he escuchado me la dio mi hija: "Es como Bridget Jones en versión heavy". 

El título de mi post no quiere ser peyorativo; es más bien una apreciación objetiva, un comentario realista. Porque, en primer lugar, aún sin leer la novela, de las ventas se deduce que no es posible que haya 50 millones de expertas sumisas que lean y hayan comprado el libro, de los Amos ni hablamos. Tampoco  existen los mismos millones de aficionad@s a la Dominación que vayan a leer algo tan soft y poco riguroso. Porque, para qué engañarnos: Amo Christian es un atormentado corderito disfrazado de lobo.




Además, ellos tienen sus propios canales especializados, de todo tipo, donde hay información seria y se comparten relatos de verdad. Solo nos queda el pueblo llano (a estos efectos), compuesto básicamente por legiones de mujeres con poca/aburrida experiencia sexual - la mayoría- . Ellas, que pensaban que los látigos son para los leones, están ávidas de saber más, y, como a todo novato - la edad es irrelevante- les atraen las experiencias supuestamente hot


50 Sombras de Grey NO es porno, aunque se venda como tal. Es una novelita romántica en la que el protagonista es, como en tantas, inalcanzable: Guapísimo, riquísimo, poderosísimo. La única diferencia es que E.L. James lo ha dotado - pimienta a discreción- de una inclinación perversa: Es un Amo.

Denominar porno a este edulcorado engendro, es como decir que Alaska es gótica. Algo así.


Aunque no puede decirse que la autora sea brillante como escritora, sí lo es como maestra de la estrategia: Ha retorcido el argumento hasta conseguir que, casi desde el inicio, el malo, el sádico amo que deberíamos odiar, nos caiga simpático, incluso nos enamoremos de él. Con ese perfil es inevitable. Christian Grey es atractivísimo, millonario, galante y tierno. Además ama a Anastasia, se ve venir desde el principio. Le zurra un poco, es verdad, pero luego la besa dulcemente en la punta de la nariz, o en el cuello, y le pregunta "¿estás bien?"... ¿Se puede ser más adorable?. 

Así que sí: Tenemos ante nosotros a la nueva Corín Tellado del S XXI.

La historia es, por otro lado, tan reiterativa que aburre a las ovejas. La pobre Sumisa se ruboriza cuatro veces por página (Llegamos a la 355 y sigue igual. Ya le vale). Otras tantas se asombra de la "extraña corriente eléctrica que la recorre en presencia de Grey" mientras, simultáneamente, sus entrañas se tensan y se encienden sin compasión. Y todo el mundo con la boca abierta... ¡Pobrecita, encima de que la pone a cavilar!. Fascinación en masa ¡¡Ohhhhhhhhh!!.


El recurso de los valiosos regalos que el guapérrimo obliga a la boba a aceptar, es, también, típico de las novelas de Amor y Lujo, y ésta lo es. La única diferencia es que, en este caso, tienen como objeto tenerla controlada 24/7 (24 horas, siete días a la semana, así se denomina una modalidad de dominación a tiempo completo).

En el BDSM hay muchos grados. No sé si en las siguientes novelas el Amo Grey subirá peldaños, porque en 50 Sombras no ha rozado ni el primero. Me quedaré sin saberlo porque no me sometería al resto de la trilogía ni bajo tortura.



El Milagro de Grey se ha obrado: E.L. James ha conseguido lo imposible: Millones de mujeres de toda edad y condición comentan y hablan, sin vergüenza alguna, de unas prácticas tan ocultas y secretas como tradicionalmente han sido las llamadas Perversiones Sexuales. 

Bienvenido sea.

Parece que la autora está valorando la posibilidad de escribir nueva trilogía, esta vez desde el punto de vista del Amo. Lógicamente, a estas alturas, su valoración es en US Dollars. Tiene ya los ojos como El Tío Gilito $$$$$$$$$

Triunfará. Pasada la primera sorpresa de las tres "50 Shades" quizá venda algunos cientos de miles menos, pero millones de mojigatas la consumirán igualmente fascinadas.


Todas Somos Anastasia